BARTOLOMÉ HIDALGO DE AGÜERO
(1527-1597)
Él mismo se autodefine como médico
cirujano. Fue el pionero en cerrar las
heridas con un nuevo método, que llamó
"Vía particular", y que consistía en no
dilatarlas sino en cerrarlas uniendo los
bordes y en aplicar secantes y aglutinantes
para ponerlas a cubierto del contacto
con el aire, para lograr la cicatrización
por primera intención; en el tratamiento
de las carnosidades propuso el uso exclusivo
de baños locales para favorecer
el ablandamiento de las callosidades, a
fin de permitir la introducción, por la
uretra, de una bujía o de una candelilla
portadora de ungüento no cáustico. Era
un excelente operador y muy popular
dados sus buenos resultados lo que le
dio fama y renombre en Sevilla; su primer
precepto era «Todo cirujano cure
presto, cure sin dolor y que aparte y
prevenga», en su escudo de armas figura
la leyenda «Hidalgo si no se provara
villano».
Natural de Sevilla, estudió en su Universidad
en la que alcanzó el grado de
doctor y en la que desempeñó una cátedra
de Cirugía; ejerció como cirujano en
el Hospital del Cardenal de Sevilla, toda
su vida transcurrió en su ciudad natal y,
a su muerte, ocurrida a la edad de setenta
años, sus escritos fueron recopilados y
publicados por su yerno.
Publicaciones: «Avisos particulares de cirugía contra la común opinión», (1584): Sevilla.
«Tesoro de la verdadera cirugía y vía particular contra la común opinión»,
(1604): ed. Francisco Pérez, Sevilla. (1654): Claudio Marcé, Valencia.
Bibliografía: ÁLVAREZ SIERRA, J. (1961): «Historia de la Cirugía Española», Diana Artes Gráficas,
Madrid.
CASTAÑO ALMENDRAL, A. (1959): «La obra quirúrgica de Bartolomé Hidalgo de Agüero»,
Seminario de Historia de la Medicina, II: 249-307, Salamanca.
HERNÁNDEZ MOREJÓN, A. (1843): «Historia Bibliográfica de la Medicina Española»,
Madrid. (1967): ed. facsímil, Nueva York.
PÉREZ ALBACETE, M. (2000): «La Urología en el Renacimiento», en «Historia Biográfica
y Bibliográfica de la Urología Española», pág. 96, Edicomplet, Madrid.
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