ANTONIO GIMBERNAT ARBÓS
(1734-1816)
Una de las figuras
más ilustres y que más
gloria ha dado a la
Medicina española,
excelente cirujano conocido
internacionalmente
por la descripción
del ligamento que
lleva su nombre y por
su operación de la
hernia crural, dignificó
la cirugía fundamentado
en un riguroso
conocimiento anatómico.
Destaca en
Urología por la práctica de la litotomía
perineal con el uso de un litotomo o
tenaza de su invención y de un catéter
a dardo o lanceta con el que evitaba
perder la abertura de la uretra, así como
por la práctica de nuevos métodos de
operación del hidrocele por doble punción.
Nacido en la población tarraconense
de Cambrils el 15 de noviembre de 1734,
estudió Humanidades y Filosofía con los
padres franciscanos y cursó la carrera
de Medicina en la Universidad de Cervera;
en 1758 ingresa como alumno en el
Real Colegio de Cirugía de Cádiz, en el
que destacó por su estudios en Anatomía;
al constituirse el Real Colegio de
Barcelona, el catedrático gaditano de
dicha asignatura, trasladado a la Ciudad
Condal lo lleva como ayudante y allí
finaliza la carrera en 1762. Nombrado
cirujano del Hospital de la Santa Cruz,
es propuesto, también, como profesor
de Anatomía, cargo que llevaba parejo
el nombramiento de cirujano mayor del
Ejército y el pertenecer al Estado Mayor
pero, debido a su juventud, contaba con
28 años, no es aceptado
inicialmente hasta
el siguiente. En 1774 es
comisionado por Carlos
III, junto a Mariano
Rivas, para conocer los
avances de la Medicina
en otros países y en
París toma contacto
con los cirujanos militares
franceses con los
que completa su formación
quirúrgica,
además de estudiar a
los anatomistas y a los
químicos galos por espacio de dos años;
marcha después a Inglaterra, en Londres
adquirió prestigio como cirujano por su
demostración del modo de operar las
hernias ante el gran Dr. Hunter y, tras
una estancia en Edimburgo y en Ámsterdam,
regresa a España en 1778 dispuesto
a aplicar todos los conocimientos
adquiridos.
Encargado por el Rey, junto a Mariano
Rivas, para organizar el Real Colegio de
Cirugía de San Carlos, en Madrid, se
dedica a escribir las Ordenanzas de Gobierno
y el Régimen de funcionamiento
por los que se regirá el Real Colegio, a
semejanza de los de Cádiz y Barcelona;
inaugurado en 1787 es nombrado cirujano
de la Real Cámara y se le concede
privilegio de nobleza. Durante la invasión
napoleónica se ve obligado a colaborar
con el gobierno, lo que hace que posteriormente
sea considerado como afrancesado
y postergado por Fernando VII;
privado de todo sueldo y casi ciego finalizó
sus días en una deplorable situación
en Madrid a los 82 años de edad, el 17
de noviembre de 1816.
Publicaciones: «Sobre el recto uso de las suturas y de su abuso», (1787): Oración inaugural de
la primera apertura del Real Colegio de Barcelona, Vda. de Ibarra, Madrid.
«Nuevo método de operar la hernia crural», (1788): Oración inaugural del Real
Colegio de Barcelona de 1793, vda. de Ibarra, Madrid.
Bibliografía: ÁLVAREZ SIERRA, J. (1961): «Historia de la Cirugía Española», pág. 260, Diana Artes
Gráficas, Madrid.
ARÉCHAGA, Juan (1977): «Biografía científica de Antonio Gimbernat», Medicina e
Historia, número 66, Barcelona.
INSAUSTI CORDÓN, J. L. (1982): «Compendio Histórico de la Urología Española y de
su Asociación», ponencia IV Congreso Iberoamericano de Urología, Acapulco, (Méjico),
pág. 75, Reycosa, Madrid.
GRANGEL, L. S. (1979): «La Medicina Española del siglo XVIII», edic. Universidad de
Salamanca.
USANDIZAGA, Manuel (1948); «Historia del Real Colegio de Cirugía de San Carlos de
Madrid», Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Madrid.
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