ÁNGEL PULIDO MARTÍN
(1878-1970)
Figuras preeminente
de la Urología
Española, con una
envidiable preparación
en el extranjero y un
extraordinario bagaje
científico, su memoria
sobre La especialidad
genitourinaria está
considerada como el
primer testimonio escrito
sobre la constitución
de la Urología
en España, en Madrid
introdujo la exploración
cistoscópica y el
cateterismo ureteral y
donde fue uno de los
primeros en realizar la
prostatectomía mediante la técnica de
Freyer. Fue jefe del servicio de Vías Urinarias
en el Hospital de San Juan de
Dios, de Madrid, en 1916, del de Urología
del Hospital General Provincial, en 1946
y catedrático auxiliar de Patología Quirúrgica
y profesor de Urología de la
Facultad de Medicina de la Universidad
Central. Sus relaciones con los principales
miembros de la Urología internacional
hicieron que la española fuese conocida
y considerada. Socio fundador de
la Asociación Española de Urología formó
parte del comité encargado de redactar
los primeros estatutos y la presidió
de 1953 a 1963, año en el que fue
nombrado Presidente de Honor.
Persona tímida e introvertida, exigente
consigo mismo y a quien le gustaban
la sinceridad y la exactitud, recibió de
su padre, médico de prestigio por su
actividad política, una formación rígidade autorregulación
personal.
Nacido en Madrid,
el 14 de agosto de
1878, estudió Medicina
en la Facultad de San
Carlos, fue alumno
interno en el servicio
de Cirugía con el Dr.
Gadea y Calvo, a quien
ayudaba en las operaciones
aplicando la
anestesia clorofórmica,
y premio extraordinario
de la licenciatura
y del doctorado
con su tesis «Memoria
sobre el aborto» leída
en 1902. En 1903 marcha al extranjero
pensionado por la Facultad de Medicina
de Madrid, para formarse en Viena, donde
estuvo con el Dr. Zuckerkandl; le entusiasmó
la Urología por la exactitud
diagnóstica de la cistoscopia, del cateterismo
y de la litotricia, en contra de las
limitaciones de la Ginecología, su primera
elección, por lo que decidió cambiar
de especialidad, pasó a Berlín, en donde
estuvo en la clínica del profesor Nitze,
inventor del cistoscopio, por espacio de
dos meses y realizó cursos de especialización
en las diversas técnicas de diagnóstico
y de terapéutica urológica con
los profesores Oberlander, Casper y Postner,
los procedimientos quirúrgicos los
aprendió junto al Dr. Israel durante tres
meses en los que se ejercitó en la práctica
de nefrectomías en perros y conejos
y por último en Hamburgo estudió la
anatomía patológica con el Dr. Kummel. Finalizada su etapa alemana, en 1905 se
traslada a París al hospital Necker con
el profesor Guyon y con Albarrán del
que señala que su libro Medicina operatoria
de las vías urinarias es la obra más
valiosa de cuantas ha leído, asiste además
a las sesiones del Dr. Pasteau, Iselin
y Cathelin y tras esta estancia, marcha
a Londres con el profesor Fenwick y
aprende del Dr. Freyer a realizar la prostatectonía
transvesical.
Con toda esta selecta y extraordinaria
preparación de tres años de duración,
regresa a España en 1906; su condición
de becario de la Facultad de Medicina le
da derecho a ser nombrado profesor auxiliar, realizó, además, oposiciones a
la Beneficencia Municipal en la que, por
espacio de diez años, ejerció como médico
de guardia con lo que adquirió una
gran experiencia clínica y quirúrgica. En
1908, tras opositar, ingresó como profesor
clínico en el servicio de Urología del
Hospital General Provincial, que dirigía
el Dr. D. Antonio Bravo. Al crearse el
Servicio de Vías Urinarias en el Hospital
de San Juan de Dios, en 1916, fue llamado
para hacerse cargo de él, allí se mantuvo
hasta el comienzo de la guerra civil
en que tuvo que dejarlo por persecución
política; una vez finalizada la contienda
fue nombrado jefe del servicio de Urología del Hospital General Provincial, que
en ese momento estaba considerado
como el más completo y perfecto de la
especialidad de la Península y uno de
los mejores de Europa, y en él desarrolló
el resto de su actividad profesional hasta
su retiro en 1949.
Académico corresponsal de la Nacional
de Medicina. Socio fundador de la
Sociedad Internacional de Urología en
Londres en 1905 y en 1946 delegado
para España de la misma, logró el incremento
de delegados nacionales en ella
así como la celebración del IX Congreso
en Barcelona, del que fue presidente.
Sus publicaciones las realizó en el
semanario El Siglo Médico, las inició en
1903 con el envío desde Alemania de sus impresiones no sólo de la Medicina
sino también de la actualidad política e
internacional, crónicas que posteriormente
recopiló en un libro titulado Cartas
médicas, escribió además, otro sobre su
padre El Dr. Pulido y su época y otro de
recuerdos, Memorias de un médico. Realizó
numerosos artículos científicos, impartió
conferencias y participó activamente
en congresos y reuniones de la
especialidad además de llevar a cabo
innovaciones en las técnicas quirúrgica
y de exploración como la descripción
del “reflejo Pulido”; en el VI Congreso
de la AEU, celebrado en Madrid en 1923,
presentó un modelo de aparato para la
transiluminación recto vesical, de su
invención. Falleció en Madrid el 13 de
junio de 1970.
Publicaciones: «La especialidad genitourinaria», (1904): impr. N. Moya, Madrid
«La hematuria. Su diagnóstico: su valor clínico», (1910): ed. E. Teodoro, Madrid.
«El hueco prostático», (1911): I Reunión AEU, Casa Vidal, Madrid.
«Radiología en Urología», (1912): ponencia II Congreso de la AEU, Casa Vidal, Madrid.
«Tratamiento endoscópico de la cistitis crónica incrustante», (1913): ed. E.
Teodoro, Madrid.
«La uretroscopia directa», (1920): ed. Saturnino Calleja, Madrid.
«Estudio clínico de la litiasis urinaria», (1921): impr. suces. E. Teodoro, Madrid.
«La blenorragia aguda y su tratamiento», (1927): Madrid.
«Terapéutica medicamentosa de las enfermedades urinarias», (1930): ponencia
V Congreso Sociedad Internacional de Urología, Madrid.
«Mi aportación personal a la técnica del reimplante de los uréteres en el
intestino», (1946): Arch. Esp. Urol., II (3): 225-230.
Bibliografía: INSAUSTI CORDÓN, J. L. (1982): «Compendio Histórico de la Urología Española y su
Asociación», ponencia IV Congreso Iberoamericano de Urología, Acapulco, (Méjico):
pág. 93, Reycosa, Madrid.
PÉREZ CASTRO, E. (1970): «In memóriam Dr. Ángel Pulido», Arch. Esp. Urol., XXIII (4):
319.
PULIDO MARTÍN, Á. (1906): «Cartas médicas», ed. E. Teodoro, Madrid.
PULIDO MARTÍN, Á. (1962): «Recuerdos de un médico», Impr. J. Cosano, Madrid.
SAIZ CARRERO, A. (2003): «El Dr. D. Ángel Pulido», Arch. Esp. Urol., 56 (4): 333-344.
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