La farmacología ha sido la base de los tratamientos médicos
a lo largo de la Historia de la Medicina. Desde el comienzo
de la actividad médica se recurría a medicamentos que se
elaboraban a partir de productos de la naturaleza, sobre
todo de origen vegetal.
Los preparados se aplicaban
como medicamentos simples o mediante mezclas hechas con las
diferentes técnicas farmacéuticas.
En la época romana, Dioscórides
escribió su célebre "De Materia Medica", que influyó de
manera notable hasta pasado el siglo XVIII junto con otros
tratados como el "Libro de los medicamentos simples", de Ibn
Wafid, el "Libro de los medicamentos y alimentos", de
Avenzoar, el "Macer F1oridus", de Odón de Meung, yel "Livre
de simples medicines", de Mateo Plateario. Los textos
anteriores suponían una referencia para farmacéuticos y
médicos así como una gran ayuda para preparar las medicinas
y tratar a los pacientes.
La aplicación a los enfermos,
la seguridad de los medicamentos y la valoración de los
efectos secundarios se basaban en un método puramente
observacional.
La lista de estos preparados es
interminable y muchas veces farragosa, lo que hace que se
huya con frecuencia de su lectura. Se ha tardado siglos en
tener un método que posibilite una correcta ordenación del
ingente número de formulaciones con objeto de facilitar el
estudio y la aplicación de las mismas.
La apertura del comercio con ultramar y el descubrimiento
del Nuevo Mundo, con la introducción de vegetales
desconocidos hasta entonces, enriquecieron de manera
importante la farmacoterapia, pero el empujón definitivo
para su desarrollo fue el avance de las ciencias básicas a
partir del siglo XVIII.
La preparación de medicamentos
se realizaba en las farmacias de los conventos, monasterios
y hospitales, siendo de gran importancia en el Setecientos
la del Monasterio de Guadalupe.
La Farmacia de la Real Cartuja
de Valldemosa, en la isla de Mallorca, fue otro lugar de
referencia para la preparación de medicamentos en el siglo
XVIII, y es la parte central de la actual publicación.
Una parte importante de los
fármacos existentes se dedicaban al tratamiento de la
litiasis urinaria, que ha sido sin duda la patología
urológica en la que se ha utilizado un mayor número de
medicamentos.
Con esta aportación a la Historia de la Farmacoterapia
Urológica se abren las puertas para una mejor comprensión de
este apartado que tanta importancia ha tenido en el
desarrollo de nuestra especialidad, y, de esta manera,
podremos entender mejor los pasos que se han dado antes de
llegar a los espectaculares avances que vivimos en la
actualidad.
IGNACIO OTERO TEJERO
MARIANO PÉREZ ABACETE
OFICINA DE HISTORIA DE LA A.E.U.
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