PRÓLOGO
La historia de la AEU se remonta a 1911 y de ello hicimos celebración oficial en
el centenario que tuvo lugar en 2011. En aquella ocasión, los historiadores de la
Urología, Dres. Mariano Pérez Albacete, Emilio Maganto Pavón e Ignacio Otero Tejero,
redactaron el libro "100 años de la Urología Española", donde se pasó revista a
los personajes y acontecientos capitales de la AEU. La meticulosidad de la investigación
y la claridad de la exposición demuestran una vez más la buena salud de la historiografía
en nuestra asociación y pone de manifiesto el impulso que le han dado estos tres
brillantes eruditos.
Aquel trabajo documental despertó en mi nuevas líneas de estudio y por ello surgió
la idea de plasmar la intención la historia de los Grupos de Trabajo y de las Oficinas
de la AEU, sin la que es difícil entender de forma completa el devenir de nuestra
Asociación.
Los Drs. Mariano Perez Albacete, Ignacio Otero y Luis Fariña urólogo y destacados
investigadores históricos, se han encargado de reunir los materiales de esta nueva
investigación y de componer el libro "Historia de los Grupos de Trabajo y las Oficinas
de la AEU" que ahora el lector tiene en sus manos, lo cual es una garantía de rigor
y fiabilidad. Se hallan aquí los detalles de estos departamentos que, en combinación
con los estamentos organizativos y técnicos de la AEU, se encargan de promover y
coordinar la actividad científica de los urólogos españoles. Si la Junta Directiva
es el puente de mando de la AEU, los Grupos de Trabajo son la sala de máquinas sin
la que la nave no tendría impulso. Por su parte las Oficinas se aplican a que la
"mecánica" funcione a la perfección.
La AEU es una organización ante todo de carácter científico, dedicada preferentemente
a la formación continuada y a la investigación en urología. Su finalidad es que
los urólogos dispongan de un foro de discusión de las temáticas que más les interesan
y ello vaya en beneficio de las iniciativas investigadoras y formativas, tal como
la definieron sus creadores hace ya más de 100 años. La buena práctica clínica y
el interés del paciente son los objetivos finales. De la estructura simple de la
AEU de primera mitad de siglo XX la organización se ha ido dotando de más operatividad
a través de la sucesiva constitución de distintos Grupos de Trabajo y Oficinas en
función de las necesidades que han ido surgiendo a lo largo de las últimas décadas.
Los Grupos de Trabajo se encargan de promover los eventos necesarios para que cualquier
urólogo tenga fácil acceso a las novedades y a la discusión de fondo que acompaña
a la actividad clínica en cada uno de los apartados que constituyen la especialidad
urológica. Los coordinadores nacionales, elegidos periódicamente por votación entre
los socios, son reconocidas figuras en el ámbito de cada suberespecialidad. En la
actualidad disponemos de 7 Grupos de Trabajo: Andrología; Endourología, Laparoscopia
y Robótica Urológica; Litiasis; Trasplante renal; Urología Funcional, Femenina y
Urodinámica; Urología Oncológica; y Urología Pediátrica. Su labor se centra en la
organización de eventos urológicos y como referente en la confección de guías clínicas,
apertura de líneas de investigación y puesta al día de contenidos en las diferentes
reuniones y publicaciones oficiales, constituyendo el núcleo científico de la AEU
que junto a la agrupacion de los Cursos de los Grupos de Trabajo con la cirugía
en directo plasman los últimos adelantos de la técnologia al alcance del profesional
al servicio y seguridad del paciente.
Por su parte las Oficinas se encargan de aspectos más técnicos que sirven de soporte
a las actividades generales o particulares de la AEU. Los directores y los vocales
de las Oficinas son cargos de confianza elegidos por el Presidente. En la actualidad
disponemos de la Oficinas de Asuntos Profesionales, Ética, Formación Continuada,
Historia e Informática. Estos estamentos han ido cobrando protagonismo y son actualmente
imprescindibles para el buen funcionamiento de la AEU.
Revisar de dónde venimos y cómo hemos crecido es imprescindible para saber a dónde
vamos y poder con ello preparar el futuro. Los Grupos de Trabajo y las Oficinas
tienen su propia historia y merecen esta revisión para que todos los urólogos españoles
la conozcan.
Dr. H. Villavicencio
Presidente de la AEU
INTRODUCCIÓN
Al cumplirse, hace dos años, el centenario de la Asociación Española de Urología, los miembros de la Oficina de Historia recogimos los hechos más relevantes de la Urología española durante ese periodo, si bien no quedó suficientemente descrita la labor de los Grupos de Trabajo y ni mentada siquiera la de las Oficinas debido, principalmente, a la excesiva extensión que su relato hubiera supuesto. Por esa razón, el Dr. Villavicencio Mavrich nos pidió, como presidente de la AEU, que recopilásemos el importante trabajo desarrollado para presentarlo en un nuevo volumen, dado que los Grupos son la muestra y el fundamental exponente de la evolución de la especialidad en nuestro país así como de la altura lograda.
Ardua tarea la que supone recorrer los 35 años transcurridos desde la creación de los primeros y recopilar el contenido de las más de ciento cincuenta reuniones científicas mantenidas por los integrantes de los nueve Grupos, además del quehacer de las cinco Oficinas. Tuvimos especial dificultad en localizar y completar los programas de las reuniones de todos los Grupos, peliaguda cuestión dado que, en los primeros años, no los hubo, y, de los posteriores, casi nadie los conserva, por lo que, en varios casos, nos quedamos únicamente con el testimonio oral aportado, a lo que también sumamos nuestros conocimientos personales.
Completamos la búsqueda con el repaso de las Actas de la Asociación Española de Urología, de las de los Congresos Nacionales efectuados y de los boletines editados por la AEU, así como de las publicaciones urológicas españolas y de los numerosos cursos, reuniones y demás actos celebrados cuya referencia hemos tenido a nuestro alcance; también, de los eventos más notables llevados a cabo especialmente por los coordinadores y por aquellos asociados que han organizado ya sean cursos, simposios, conferencias, etc., o dirigido sesiones científicas varias, a los que han acudido como partícipes mayoritarios urólogos pertenecientes a cualquiera de los Grupos, además de reseñas y anotaciones diversas y cuantas monografías, manuales o libros hemos encontrado sobre el tema y cuya referencia bibliográfica damos al final de cada capítulo. Hemos, también, tras la fundación de las Oficinas, tratado de reflejar los hechos más notables y las dificultades que se presentaron durante su ya larga andadura. Por otro lado, hemos excluido el papel de las agrupaciones regionales y autonómicas por estar fuera de lo proyectado.
Dividimos el texto en capítulos, uno por Grupo y Oficina, planteados a modo de crónica anual. Se inician todos y cada uno de ellos con una referencia a sus antecedentes históricos en relación con la actividad del Grupo estudiado, como ejemplo del intenso quehacer desplegado en cada materia, que por sí sola justificaba la necesidad de su creación. Del cúmulo de testimonios obtenidos hemos extractado la información e incluido únicamente lo más sobresaliente de todo lo efectuado y, sin llegar a ser exhaustivos, pretendimos dar la mayor amplitud posible al cuerpo del escrito de modo que hiciéramos un completo recorrido de cada momento para reflejar la profundidad y la diversidad de lo acaecido, acompañado además, de numerosas ilustraciones que enriquecen la obra.
Finalizamos con un escueto comentario en el que analizamos el desarrollo, la evolución y los cambios producidos en este lapso de tiempo. El fruto de todo ello se encuentra en sus manos y esperamos que permita valorar la trascendencia que han tenido la constitución de los Grupos de Trabajo y la de las Oficinas dentro de la Urología española.
Por último, queremos agradecer su colaboración a cuantos compañeros nos han ayudado en la recogida de antecedentes, especialmente el inestimable apoyo que ha significado el respaldo que hemos encontrado en los directores de la Oficinas y en los coordinadores de los diferentes Grupos, entre los que tenemos que resaltar a los Dres. Martínez Agulló, Montañés Medina, Conte Visús, Arrabal Martí y González Martín, sin los cuales hubiese sido imposible completar este recorrido histórico. También a D. Alberto Fernández, por las ilustraciones de las portadillas, y a las hermanas Cordero, de Método Gráfico, por la excelente calidad de la edición.
Mariano Pérez Albacete Ignacio Otero Tejero
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