El proceso inquisitorial contra Elena/o de Céspedes (1587-1588)
En los últimos veinte años, el conocimiento y concienciación de la opinión pública acerca del problema de la transexualidad en nuestro país ha variado de un modo significativo.
Fueron los colectivos y asociaciones de transexuales los que hace casi tres décadas iniciaron la lucha social y política hasta lograr que las leyes reconocieran su identidad. Sin embargo, la primera intervención de cambio de sexo sufragada por la sanidad pública (el SAS) no sería conseguida hasta el año 2000 sin que la Seguridad Social del resto del Estado aceptase que la reasignación de género debía ser un derecho común de los transexuales. En el momento de la publicación de esta obra, precisamente en Madrid, se dice que la sanidad pública madrileña se hará cargo de los costes de la intervención de reasignación de género de los transexuales de esta comunidad, lo cual, sin duda, es una excelente noticia.
Ha habido, pues, un largo y difícil camino en la lucha de los transexuales por lograr su identidad perdida, aunque, en mi opinión, esta pelea no comienza en el último tercio del siglo XX, sino siglos antes.
Cuando el lector no solo interesado en la historia, sino también atraído en temas de reindivicaciones y luchas sociales por conseguir determinados derechos que hoy nos parecen inalienables, finalice la lectura de esta obra, se percatará de que el libro vislumbra claramente la lucha de su protagonista (un transexual masculino) por lograr la emancipación que la sociedad patriarcal de su tiempo le niega al considerarle una mujer transgresora.
En la vida y hechos de Elena de Céspedes, una mujer del siglo XVI que se siente hombre, y que trata de vencer todos los obstáculos y trabas inimaginables reclamando sus derechos, quedan reflejados todos los problemas, frustraciones y anhelos de los transexuales, no solo de hoy día sino de todas las épocas.
Esperamos que el texto sirva como aldabonazo retrospectivo para que los poderes públicos y la sociedad otorguen definitivamente el reconocimiento que los transexuales merecen.
Dr. Emilio Maganto Pavón
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