INTRODUCCIÓN
La labor historiográfica de la Urología española se debe principalmente a los estudios llevados a cabo por los profesores Sánchez Grangel, en la Universidad de Salamanca, por su discípulo Riera Palmero, en la de Valladolid y por López Piñero en la de Valencia, quienes efectúan un extenso repaso a todos los autores y a todos los libros con contenido urológico desde sus albores hasta el siglo XIX. Prosiguen esta labor algunos urólogos entre los que destacamos, por su dedicación a la investigación histórica, a los Drs. Escribano García e Insausti Cordón así como a otros compañeros cuyos trabajos han profundizado en el conocimiento de la evolución de la especialidad, entre quienes debemos citar especialmente, a los Drs. Suénder Rodríguez, Moya Prats, Cifuentes Díaz, Puigvert Gorro, Vela Navarrete y Maganto Pavón; a este último le cabe también la satisfacción de haber creado la “Oficina de Historia de la Asociación Española de Urología” cuyos miembros, bajo su coordinación, han realizado una excelente labor con la edición de la «Historia Biográfica y Bibliográfica de la Urología Española», que abarca todo el progreso de la especialidad desde sus orígenes hasta el año 1970.
La acepción que da el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua al término “figura” es la de «persona que destaca en determinada actividad», de ahí que entresaquemos la identidad de aquellos médicos españoles que han descollado en su entrega en pro de la Urología. Nuestra finalidad es que constituya un manual de fácil manejo y de consulta rápida para todos los interesados en conocer datos de quienes nos antecedieron en el estudio y en la creación y progreso de nuestra especialidad.
En la exposición resaltamos en primer lugar la contribución del personaje a la Urología y a su evolución dentro de su trayectoria profesional; seguido de su idiosincrasia y las características de su personalidad junto con una sucinta nota biográfica; con ello perfilamos su identidad, para completar el análisis de su figura incluimos también una selección de sus trabajos urológicos de los que destacamos en negrita lo de más valía; adornamos, en casi todos los casos, su imagen fotográfica y la portada de una obra representativa de su labor, para finalizar con una reseña bibliográfica de los estudios existentes sobre él, por si alguien deseara profundizar en su conocimiento.
La mayor dificultad la hemos encontrado en la elección de quienes debían figurar. En el periodo anterior al siglo XX teníamos claro que aquellos médicos y cirujanos a los que los historiadores han dado un papel hegemónico en la atención a la patología urinaria al igual que aquéllos que, con su labor diaria, dieron lugar a la constitución de la especialidad y a su segregación del tronco común de la cirugía; del resto, a quienes destacaron holgadamente, no sólo a nivel nacional sino también aquéllos que, en un contorno regional, desempeñaron una función importante en el desarrollo y en el reconocimiento de la Urología y que hubiesen fallecido, además de considerarnos deudores de quienes, nacidos antes de 1920, y aún vivos su trabajo se había visto refrendado por el paso del tiempo. Pese a ello somos conscientes de que se podrá argüir que la selección es incompleta, demasiado extensa o excesivamente magnánima con algunos, nuestra intención sin embargo ha sido guardar la memoria y respaldar la obra de quienes descollaron en su actividad a favor de la Urología. La exposición la efectuamos con un orden cronológico según la fecha de nacimiento.
Como responsable de la Oficina de la Historia de la AEU en la actualidad, ofrecemos a la comunidad urológica esta monografía que complementa la historiografía de los dos volúmenes anteriores, con la esperanza de que se encuentre útil para la consulta y sea provechosa de conocimientos a todos los estudiosos de la Urología y a todos los interesados en su evolución histórica.
He de agradecer a cuantos han respondido a mi solicitud de petición de algún dato para completar una reseña, a la profesora de Lengua Castellana Dª. María Dolores Ibarra el trabajo de revisión y al laboratorio Pfizer su colaboración, así como al Dr. Maganto, la amabilidad que ha tenido de escribir el prólogo; a quienes han hecho posible el editar esta monografía, mi reconocimiento.
Mariano Pérez Albacete
Murcia, febrero de 2005
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