INTRODUCCIÓN
El síndrome de Déficit de Testosterona (SDT) considerado como “envejecimiento precoz” en las primeras décadas del siglo XX fue tratado inicialmente de modo quirúrgico con implantes testiculares. Los cirujanos Serge Voronoff y Victor Lespinasse son considerados los promotores de este abordaje cuyos buenos resultados iniciales se demostraron posteriormente como no reproducibles.
MATERIAL Y MÉTODO
Revisión bibliográfica de las propuestas quirúrgicas de Voronoff y Lespinasse publicadas, analizando las diferencias entre las técnicas diseñadas por cada uno de ellos, los criterios con los que defendieron su metodología y, finalmente, la argumentación con la que otros autores a partir de los años 30 desestimaron la indicación de seguir manteniendo esta propuesta terapéutica considerándola un enfoque no válido del envejecimiento del varón.
RESULTADOS
Lespinasse es reconocido como el primer urólogo en llevar a cabo un trasplante testicular; fue en 1911 y utilizó injertos laminados de pulpa testicular colocándolos en la túnica albugínea o en los músculos rectos abdominales. Describió erecciones de calidad en los pacientes sometidos a la intervención y mantenimiento de la función sexual a largo plazo.
Voronoff, en cambio, optó por la realización de xenotrasplante testicular utilizando chimpancés como donantes y mostrando también una virilidad mantenida en los pacientes muchos años después de la cirugía.
En los años 30, la sociedad científica se encargó de desmontar estas teorías: Hammond, en su artículo en el British Journal of Urology en 1934, ponía en duda el papel del testículo en la erección; Lower describió en el mismo año el eje hipotálamo-hipofisario-testicular; Ruzicka ganó el premio Nobel de Química de 1939 al evidenciar la síntesis de testosterona a partir de colesterol y por último, Velu demostró cambios microscópicos compatibles con rechazo en los tejidos testiculares trasplantados.
CONCLUSIÓN
La demostración de que los implantes quirúrgicos de pulpa testicular y los xenotrasplantes testiculares realizados no lograban efectividad contrastable fue posible gracias a una nueva profundización en los conocimientos endocrinológicos de la función testicular y del eje hipofisario-gonadal. Aunque la profesión médica aceptó acríticamente durante un tiempo los resultados de estos autores, la polémica creada sirvió de estímulo para que otros lograsen después un nuevo avance de la ciencia.
PALABRAS CLAVE: Trasplante testicular; hipogonadismo; historia.
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