INTRODUCCIÓN: El avance en el conocimiento de la estructura y función renal, el desarrollo de la técnica quirúrgica y la mejora constante de la anestesia y de la técnica quirúrgica han permitido el desarrollo evolutivo de la cirugía renal. MATERIAL Y MÉTODOS: Se ha realizado una revisión de los artículos recogidos en PubMed que tratan de las descripciones técnicas de la cirugía renal. Hemos intentado establecer una línea cronológica centrada en los hitos más importantes que han favorecido el desarrollo técnico de la cirugía del cáncer renal. RESULTADOS: En 1869 Simon realizó la primera nefrectomía programada. La paciente sobrevivió, despejando así los interrogantes sobre la viabilidad de este procedimiento. La primera nefrectomía por cáncer renal se atribuye a Langenbuch en 1877 y Czerny realiza la primera nefrectomía parcial en el contexto de cáncer renal en 1878. Se percibe así un paralelismo cronológico entre ambos procedimientos. La primera descripción de nefrectomía radical pertenece a Gregoire en 1903. Berg realiza en 1913 la primera cirugía en presencia de trombo tumoral y en 1949 Robson establece las bases de la nefrectomía radical moderna. Ronsenstein aconsejó el empleo de nefrectomía parcial en 1921 mientras que Vermoonten en 1950 propone este procedimiento como tratamiento de las neoplasias renales. En 1976 Puigvert inicia una nueva era para la nefrectomía parcial. La cirugía mínimamente invasiva en urología nace en 1990, cuando Clayman lleva a cabo la primera nefrectomía radical laparoscópica y Weinfield la primera nefrectomía parcial en 1994. La cirugía robótica irrumpe en el tratamiento del cáncer renal en 1994 y diez años más tarde tiene lugar la primera nefrectomía parcial robótica. En 2008 la cirugía mínimamente invasiva culmina con la llegada de la cirugía renal a través de puerto único (LESS) por Desai y la cirugía a través de orificios naturales puro (NOTES) por Kaouk en 2010. CONCLUSIONES: El entendimiento preciso de la anatomía y el desarrollo de diferentes aspectos técnicos ha conseguido popularizar el procedimiento en sus diferentes vertientes, disminuyendo la morbilidad que genera y aplicando con éxito abordajes cada vez menos invasivos en los que la cirugía preservadora de nefronas ocupa un lugar fundamental.