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1967
JACINTO NAVAS GONZÁLEZ (1898-1987)
Noveno presidente de la AEU, del 25 de mayo de 1963 al 30 de junio de 1967
Miembro de la Asociación Española de Urología desde 1928, organizó y presidió la XXII Reunión Anual Nacional, celebrada en Córdoba en 1957. Fue elegido presidente de la Asociación en el Congreso Nacional de Salamanca en 1963; con su trabajo elevó el nivel científico de sus reuniones anuales, instituyó el desarrollo de un tema monográfico y logró publicar las ponencias, nombró órgano oficial de representación de la AEU a la revista Archivos Españoles de Urología y consiguió su distribución gratuita entre los miembros de la Asociación, creó las Secciones Regionales, como acciones más relevantes de su mandato de cuatro años que culminó con la celebración del I Congreso Ibero Americano y VII Hispano Portugués de Urología en Madrid y en Barcelona en 1967. En reconocimiento de su gran labor en pro de la Urología fue nombrado presidente de Honor de la Asociación Española en 1967 y por sus méritos y destacada contribución personal al desarrollo de la especialidad le fue concedida la Medalla Francisco Díaz en 1973.
Gran persona, llena de bondad y de humanidad, trabajador en pro de la especialidad urológica durante 45 años, con su buen hacer y actividad revitalizó la Asociación Española de Urología durante su presidencia. Obtuvo la consideración y el afecto de cuantos le trataron y dejó un grato recuerdo en la memoria de todos los que lo conocieron.
Natural de Amonaster de la Real, provincia de Huelva, estudió Medicina en la Universidad de Cádiz, en 1921, donde fue alumno interno adscrito a la clínica del Dr. Enrique Alcina con quien comenzó a formarse en Urología; licenciado con sobresaliente se trasladó a Lisboa para completar su formación junto al profesor Reinaldo Dos Santos, realiza su tesis doctoral «Consideraciones sobre litiasis ureteral», y, en 1923, ingresa en Madrid en el Hospital de la Princesa con el Dr. D. Pedro Cifuentes con lo que culmina su preparación.
En 1927 se establece en la ciudad de Córdoba, donde fija su residencia definitiva, comienza a trabajar como urólogo de modo eficiente y logra crear la necesidad de contar con un Servicio de Urología, que se materializa en 1940 en el Hospital Provincial y Municipal de Córdoba y en el que logra, tras un brillante ejercicio, su jefatura. En 1971 fue nombrado profesor de sala del Cuerpo Médico de la Beneficencia Provincial de Córdoba, donde prosiguió su carrera profesional hasta su jubilación. Falleció en su ciudad natal a la edad de ochenta y nueve años.
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