Poco se sabe de este médico de la Ilustración, de cuya semblanza apenas existen datos en las historias de la Medicina y Urología española, y que, a mi juicio, necesita mayores investigaciones. Se sabe que fue Médico de Familia del rey Carlos IV, cargo de poco rango que facultaba a los que lo ostentaban a asistir a familiares no directos del monarca y a servidores del mismo. Su nacimiento y vida debieron transcurrir entre la segunda mitad del siglo XVIII y primer tercio del XIX, y su dedicación no sólo debió ceñirse a la práctica médica, sino que pudo tener conocimientos quirúrgicos con cierto grado de especialización. Que sepamos, escribió dos obras, una de Oftalmología y la más importante desde el punto de vista de la Urología española, el Tratado Médico-Quirúrgico de las Enfermedades de las Vías de la Orina, Madrid, 1799, texto exhaustivo sobre patología urológica, que, aunque de escaso valor quirúrgico, fue el único tratado de Urología que se había escrito en España desde la obra de Francisco Díaz en 1588.